Este año el barrio cumple 167 años y no tendrá los festejos habituales en su calle, debido a la pandemia. No obstante, la barriada, fiel a su esencia, evocará un aniversario más de lucha y de reinvención ante las dificultades y porqué no alzará su copa al grito de “A la carga Barracas"
Agosto no es un mes como cualquier otro en Barracas y no necesariamente en el club, sino en su barriada. Desde fines del año 2003, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires proclamó el 30 de agosto como el día de Barracas. Desde aquella fecha, en la última semana se desarrolla habitualmente la Semana de Barracas con diversas muestras culturales y actividades. Este año, las actividades grupales y masivas están suspendidas por el COVID.
El nombre del barrio surge de las barracas que comenzaron a aparecer en la ciudad sobre el final del siglo XVIII y comienzos del 1900. Solían ser depósitos de muy pobre estructura ubicados en las zonas portuarias, linderas al Riachuelo. Por lo general, se utilizaban para almacenamiento de productos y también se cree para albergar a esclavos negros.
Barracas fue creciendo muy de a poco y comenzó a cambiar sus galpones por quintas y lujosas casonas de familias con amplios recursos económicos o con cargos políticos, quienes empezaron a poblar la zona y que luego emigraron por la fiebre amarilla a barrios del norte. Esta clase media alta se comenzó a mezclar con inmigrantes, trabajadores del puerto y con la mano de obra de las incipientes fábricas, mataderos y aserraderos.
En ese contexto nació Barracas Central, solo estuvo alejado de sus raíces por un corto tiempo cuando mudó su estadio a Soldati y Lanús, para ya en 1916 instalarse y no moverse más del barrio y de la mítica Olavarría y Luna.
En cuanto a porqué se celebra el 30 de agosto el día de Barracas, marca la historia que esa fecha conmemora el momento que fue creado el Juzgado de Paz de Barracas al Norte.
Según el historiador Lucas Yáñez, miembro de la Junta de Estudios Históricos de Barracas, esa fecha se tomó "porque hacía un año y medio, en febrero de 1852, la batalla de Caseros había dado por tierra con la experiencia rosista y, para los vencedores, era necesario que todo vestigio del pasado federal fuera sepultado hasta quedar en el olvido. Antes de la batalla de Caseros, Barracas comprendía los actuales barrios porteños de Barracas, por supuesto, La Boca y San Telmo, y los actuales partidos bonaerenses de Avellaneda, Lanús y una parte de Lomas de Zamora. Dos meses después de la batalla de Caseros se creó el Partido de Barracas al Sud, con su Juzgado de Paz. La creación del Juzgado de Paz de Barracas al Norte el 30 de agosto de 1853 profundizo la división política, administrativa y jurídica de todo este territorio, que supo ser una unidad extensa y que con el correr del tiempo se fue dividiendo. De ahí surge que el 30 de agosto de 1853, nació Barracas, pero en realidad los hechos marcan que hacía ya varios años desde su existencia”.
Más allá de fechas, Barracas se fue formando también por los personajes de todos los ámbitos, que a lo largo del tiempo, fueron recorriendo sus calles adoquinadas o habitando bares y cantinas notables, que todavía hoy algunos persisten abiertos, encerrando los olores del pasado. Con altibajos como el país y con las vicisitudes que fueron formando su progreso, con una autopista que partió el barrio al medio, con fábricas abandonadas o quebradas, pero con el sentimiento de arrabal siempre presente, Barracas siguió cautivando a su gente y a los turistas que desde la legendaria Calle Larga a la actual Montes de Oca, pasando por la Calle Lanín a tres esquinas, desde la Villa 21 hasta la Iglesia Santa Felicitas, desde la vieja fábrica Bagley, que ya no existe, hasta el Sagrado Corazón, desde Olavarría y Luna hasta Caseros y Entre Ríos, gritan feliz cumpleaños, barrio de Barracas.
