Hace 116 años, Silverio Ángel Gardella comenzaba su sueño, aquel anhelo que, en los albores de siglo, tenían todos: fundar un club, en primera instancia, y luego participar de los torneos de fútbol, aquel deporte loco que habían originado los ingleses hacía 40 años.

Y fue un martes 5 de abril. El joven “Saquito”, de 19 años de edad, emprendió un camino del que hoy estaría orgulloso. Un camino para nada sencillo, con las complicaciones del caso y con la dificultad de hacerse un nombre grande.

En la cocina de su casa comenzó el sueño. Junto a sus amigos, a quienes había convencido de lograr lo imposible, sentaron las bases de una institución que hoy llega a la majestuosa cifra de 116, ni más ni menos. Quedará grabada para siempre la cita en Suárez 2745, a tan sólo 1000 metros de nuestra casa actual.

Bajo el nombre de Barracas Central del Sud, que luego devino en Barracas Central, comenzaron a transitarse los primeros instantes de gloria. El club colocaba su posta inicial para verse, un siglo después, en su mejor momento.

Entremedio hay mucha historia por desandar. Con aciertos y errores, con glorias y fracasos, con campeonatos y descensos. Pero con la frente en alto, con el orgullo de hacer del club un sentido de pertenencia para el barrio.

Un día “Saquito” se animó a emprender un viaje que quedará para siempre en su memoria. Habrá soñado con las fiestas de carnavales, con medirse con la élite del fútbol argentino, con los abrazos en cada gol barraqueño. Y, sin miedo a equivocarse, soñó lo correcto.

FELIZ CUMPLE BARRACAS QUERIDO!