Barracas no pudo coronar su gran Copa Libertadores al caer 4-2 ante Magnus de Brasil en una final muy disputada. El Guapo logró el subcampeonato tras una magnífica performance durante todo el torneo. Ante un estadio colmado el Guapo recibió los aplausos del publico por la gran final disputada en Tortugitas.

 ¿Qué decir tras una final de Libertadores perdida? Orgullo. Porque Barracas dejó todo ante un gran rival, que se lleva el trofeo a tierras brasileras tras ganar todos los partidos del certamen.

El trámite había comenzado favorable a la visita, que logró ponerse en ventaja a través de su goleador Charuto promediando el primer período y así se fueron al descanso en Tortuguitas.

Ya en el complemento, más precisamente en el inicio, Pepita puso el 2-0 para Magnus, que desbarrancaba todas las ideas pensadas por Caviglia durante en el entretiempo. Pero nuevamente el Guapo se sobreponía, una característica habitual por Olavarría y Luna: Sergio Nieto, de cabeza, le ponía suspenso a un resultado que todavía estaba abierto.

Sin embargo, tras un rebote fortuito, Rodrigo puso el tercero de tiro libre para el conjunto paulista, aunque rápidamente Chucky Burgo, aprovechando la ventaja numérica con arquero-jugador, volvió a descontar tras una gran jugada individual. Quedaban tres minutos, todo podía pasar.

Tras pelear esos minutos restantes y dejando mucho espacio al estar jugado buscando la ansiada igualdad, Barracas no pudo lograrla, mientras que Charuto, luego de rematar de lejos y con el arco vacío, sentenció la Libertadores, copa que quedará en el recuerdo para Barracas por estar tan cerca de lograrla.

Orgullo para un equipo que le jugó de igual a igual a los mejores del continente, que ganó con autoridad un grupo que incluía al bicampeón, que supo remontar unos cuartos de final durísimos y que impuso su jerarquía en una semifinal ante un grande del continente. En la final no pudo ser, no por algo Brasil se llevó prácticamente todas las Copas Libertadores a su tierra. Pero Barracas dejó muy alta la vara a nivel continental y cada año mejora su rendimiento en el trofeo máximo. Será cuestión de tiempo para colgarse la medalla dorada.