Nunca baje los brazos. No soy de rendirme, siempre en mi vida luche y trabaje para los más humildes. Hace poco me dijeron que un verdadero guerrero no es el que siempre gana,
sino el que nunca se da por vencido. Las vueltas de la vida hicieron que un día se me presente la posibilidad de representar a Barracas Central como Presidente, y jamás se me paso por la cabeza pensar si era un club grande o no. Mis convicciones me llevaron a trabajar por la institución sin creerme menos ni mas que nadie. Así fue como se dio el crecimiento institucional y la comunión con otros pares que también comparten el valor del trabajo y de la lealtad como estandartes. De esta manera con el tiempo fue como confiaron en mi para que pueda representarlos en sus categorías, defendiendo a sus clubes como tantas veces lo hice con los trabajadores en mi vida laboral . Tuve diferencias con algunos. Siempre en el marco del dialogo y el intercambio de ideas y posturas. Algunas prosperaron, otras no, pero no por ello sentí que traicionaba mis ideales. Al contrario siempre tuve la tranquilidad de haber actuado con firmeza y sinceridad. No ha sido fácil el camino. Siempre en la vida, se nos presentan pruebas que superar, algunas mas fáciles que otras. Quizás a mi lamentablemente, me ocurrió la mas difícil que se me pudo presentar como dirigente de un club. Y en ese peor momento, ante una tragedia irreparable como la muerte, estaban mis compañeros del Ascenso brindando su apoyo incondicional. Siempre me gusto ser generoso, tener memoria y no refugiarme en el rencor o en la venganza. Siempre mi prioridad será defender a los clubes con menos recursos, con la bandera del esfuerzo y la unidad. La construcción de todo logro se consigue con el consenso de todos, difícilmente uno pueda llegar a buen puerto sin escuchar o aceptar sugerencias. Es el momento de hacerlo. De recorrer un camino donde no se puede poner por delante la ambición personal, porque el objetivo es un bien común. Un futbol Argentino sano. Y lo digo hoy a una semana de mi nombramiento como vice presidente segundo de AFA, un cargo casi inédito para un dirigente proveniente del futbol que alguna vez fue de los sábados. Lo cual me llena de orgullo y de responsabilidad pero estoy convencido que con la pluralidad, con el respeto y la participación no solo de los poderosos sino también de los mas humildes, que sufren a la par de los que mas tienen, el futbol argentino podrá resurgir y sus dirigentes conseguirán re ubicar a la Asociación del Futbol Argentino en los lugares de privilegio que supo tener no hace tanto tiempo, no solo en el continente sino a nivel mundial.