Desde aquella noche en Avellaneda, donde los sueños empezaron a hacerse realidad, cada barraqueño que deambula por Olavarría y Luna comenzó a preguntarse cuándo jugaría en casa en Primera División su Barracas querido.
La respuesta fue postergándose, primero en el vecino Ducó, luego un paso fugaz por Lanús, para recalar en Floresta. Pero la espera terminó y el sueño se hizo realidad: la rojiblanca volvió a lucirse en el Claudio “Chiqui” Tapia, como en los viejos tiempos, como siempre. Pero ahora en Primera.
8 meses y 5 días pasaron desde que Barracas había pisado oficialmente por última vez Luna 1211. Fue en el emociónate 3-2 ante Almirante Brown por la semifinal de vuelta del reducido, lo que le permitió al Guapo jugar la finalísima ante Quilmes. Pasó toda la Copa de la Liga y gran parte de la presente Liga Profesional, sin embargo, el día “B” llegó: Barracas regresó al barrio.
Hoy la emoción es muy grande. Desde el 7 de octubre de 1934 que Barracas no disputaba un partido de Primera en Olavarría y Luna. En dicha tarde, cayó 2-1 ante Banfield y se despidió de la liga mayor sin saber que tardaría 88 años en regresar.
El 18 de agosto de 2022 Barracas escribió, por ahora, su última gloriosa página en la historia. La tarde de ayer quedará para siempre en la memoria barraqueña.