Gualeyo de nacimiento, paranaense por adopción. Así se define Juan Martín Capurro, quien dialogó con Actualidad Barraqueña sobre cómo están entrenando, su trayectoria y las expectativas que tiene de cara al futuro.
Simple y tranquilo. Así se lo nota a Capu, sentado en el sillón de su casa. La realidad caótica de la ciudad aún no regresó a su máxima expresión. Y él lo sabe: "La ciudad de Buenos Aires es diferente, tienen otro ritmo de vida, otra dinámica. De todas formas, estoy muy cómodo, me ambienté rápido. Ya me advirtieron cómo es cuando todo vuelva a la normalidad (risas)".
Sin embargo, el entrerriano aclara que su felicidad es plena: "La estoy pasando muy bien. Al Club fui solamente a testearme y a entrenar. Me gustaron las instalaciones, Barracas te brinda todo. Hay calidad de instrumentos y humana. Todo es muy profesional, a la altura de las circunstancias".
"Entrenamos en grupos reducidos, organizados según cercanía de vivienda. De todas formas, los ejercicios son individuales por el tema del protocolo. Por este motivo, me tocó entrenar mayormente con defensores laterales, pero hoy en día queremos conocernos personalmente. De lo futbolístico casi no hablamos, estamos generando vínculos. Con los protocolos son muy exigentes y eso me gusta. Todo se cumple a rajatabla", destaca Juan, haciendo alusión a las nuevas formas de entrenar.
Con pasado en Unión de Santa Fe, donde se inició como profesional, hoy su realidad lo encuentra con una vasta experiencia en el Federal A, categoría que conoce y muy bien: "Viajás mucho, te modifica la planificación de trabajos. A los más grandes les pasa factura. Ya estaba acostumbrado por jugarla cinco años seguidos". Pero no todo fue color de rosa: "En Unión no me sentí preparado cuando me tocó llegar al plantel de Primera. Es cuestión de ir adaptándose".
"Soy un volante mixto, que comenzó siendo más de marca. Me parece fundamental lo defensivo, el fútbol no es sólo atacar. Estamos trabajando con pelota, pero de manera individual. De a poco iremos conociéndonos, porque a la mayoría de mis compañeros no los conocía, no los había enfrentado", remarca sin lamentarse del pasado o del tiempo que algunos consideran perdido.
Con objetivos personales y grupales, Capu se manifiesta: "Ojalá se forme un lindo grupo, eso va a ayudarnos a cumplir las metas que nos pongamos".